jueves, 3 de diciembre de 2009

ASESINOS SERIALES: Psicópatas y Psicóticos

ASESINOS SERIALES: Psicópatas y Psicóticos
“Viviendo entre Nosotros”

Constantemente hemos visto películas, leído libros sobre asesinatos, masacres, torturas, guerras y sobre la locura de algunos que, hartos de la vida comienzan a destruirla, y nos asombramos de la crueldad con la que estos ejecutan sus actos, más en sí, ¿cuál es el verdadero motivo de tales sucesos?, ¿porque es que nosotros mismos prácticamente nos devoramos el uno al otro?...

Cuando enfrentamos en la realidad estas situaciones, nos negamos a creer que cosas como éstas, en verdad ocurran, ya sea por simple ignorancia o alguna especie de miedo irracional a querer abrir los ojos y contemplar la miseria que nos aqueja, lo seguimos manteniendo oculto queriendo así, desaparecer tales sucesos.

La gente se niega a creer que en las personas exista ese lado “oscuro” dentro de cada uno, ya que, desde mi perspectiva, temen a ver realmente lo que son, y prefieren engañarse a ellos mismo argumentando que “los hombres son buenos por naturaleza”, cubriéndose con esto los ojos y negando la trascendencia que poseemos.

Lo que intentan decir con esta, digamos “teoría”, es que el hombre actúa de cierta manera solo por el ambiente que lo rodea y las causas mayores que lo empujan, no porque el mismo, tenga esas “necesidades” de hacer lo que en la antigüedad era lo esencial para sobrevivir.

Pues ahora, se cree en este ideal de que el ser humano viene al mundo “puro y blanco” y que solo el condicionamiento exterior, como ya lo había mencionado, es el que lo convierte en un futuro benefactor de la humanidad o un destructor de la misma.

Este es en cierto modo, un mundo de conceptos que constantemente se contradicen entre sí (ejemplo: capitalismo y socialismo) que sin embargo conviven mutuamente con una misma visión: el optimismo.

Con este tipo de pensamiento se ignora completamente a aquellos que con sus palabras desafían el pensamiento modernista actual como lo es el Marqués de Sade que nos muestra una parte de las perversiones del hombre, aunque creo que Dante Alighieri lo describe mejor en la siguiente frase: “oh escuelas pendencieras que indagáis que fuego consumirá a este mundo, no tuvisteís ninguna la certeza de pensar que es esta fiebre que las consume”; en pocas palabras, significa, que las personas buscan en las cosas que lo rodean el mal que existe pero no se dan cuenta que es en ellos mismos en el cual reside, ya que el ser humano por naturaleza tiende a la destrucción.

Para guardar las apariencias nos refugiamos dentro de lo que conocemos como “sociedad”-

Más que es la sociedad sino el conjunto de individuos que la conforman y estos a su vez son personas que intentan “vivir” en este mundo que es gobernado por intelectuales, y políticos que solo piensan en su bien común ,y nos hacen creer con este optimismo suicida que lo único que consiguen es lo contrario de lo que quieren, así que, es solo por estar dentro de esta “segura sociedad”, que día a día nos vigila y protege diligentemente a cambio de un poco de libertad que vendimos hace... bastante tiempo por un plato de comida que quizá no valió tanto la pena. Yo no creo que sea una seguridad en nosotros mismo, sino más bien en lo que construimos, en lo material.

Pero, al parecer, ni la falta de recursos parece tener que ver con su determinación criminal. No hay normas, leyes o reglas que fijas para ellos; los motivos por los que comúnmente llevan al psicópata a cometer estos delitos, casi siempre son sexuales, mas desde mi humilde opinión, es la excitación, esa sensación que aparece o más bien es provocada por la ejecución del acto en sí, el asesinato.

Es solo lo que demostramos ante los demás, somos solo mera superficie. Con esto no quiero decir que somos solo bestias que aguardan por ser liberadas, no, si no que quiero dejar en claro que no todo es color de rosa como nos quieren hacer creer. Si el hombre y la sociedad se niegan a aceptar su lado oscuro, sus realidades más oscuras, se corre el riesgo de acabar aun peor y quedaríamos sumergidos en tinieblas de una nueva intolerancia.

Aunque no todos, debo recalcar, necesitan de la violación o penetración de ninguna índole para experimentar ese “placer”, algunos simplemente lo sienten con solo la violencia, el miedo, el dolor que observan en su víctima.

Obviamente, son enfermos; locos extremadamente peligrosos. En la antigüedad estos “locos” eran considerados “monstruos”; Vampiros, hombres lobo, endemoniados, etc. Pero esto era debido a que no entendían los actos de dichas personas, y a consecuencia de esta falta de comprensión, les atribuían ese aire de misticismo, de invulnerabilidad, e incluso de divinidad, como es el caso de Vlad V, que fue un príncipe de Valaquia, que combatió durante el siglo XV a los turcos con una ferocidad que hacia justicia a su sobrenombre Vlad Draculea que significa “el hijo del dragón o el hijo del diablo”, del cual Bram Stoker se inspiro para crear el libro de “Dracula”, y aunque este personaje es conocido e incluso venerado por muchas personas, en realidad, el hombre detrás del mito fue un guerrero, que con sus hazañas y crueldades tales como el empalamiento [Vlad tepes (el príncipe empalador), que era como lo llamaban los turcos], fue como derroto en muchas ocasiones a sus enemigos, manteniéndolos fuera de lo que ahora es conocido como Rumania, e incluso era fiel devoto de la iglesia, y aunque nosotros lo conocemos como el personaje “sanguinario y sediento de sangre”, los rumanos lo consideran un héroe de guerra, incluso un santo al que veneran.

La sociedad es necesaria, sí; fue creada aprovechando esos aspectos positivos que tenemos como la colaboración, el altruismo, etc., pero sobre todo para protegernos de nosotros mismos, de esos impulsos violentos, salvajes y en definitiva naturales. Esto último no es porque yo lo diga o piense que es así, simplemente es porque es. Lisa, llana y científicamente hablando. A pesar de lo que quieran creer Skinner, Fromm, o Maslow y también a pesar del hermoso mito del “buen salvaje”, creado por Rousseau.

Ya que, el criminal no es producto de la sociedad, no, si no que, es mediante la sociedad como se puede controlar al criminal. Pues la víctima y el criminal son exactamente lo mismo: nosotros.

Dicho lo anterior y retomando el caso de Vlad V (mejor concido como “dracula”), podemos preguntarnos ¿quién realmente esta enfermo?, ¿quién infringe la ley o quién la crea? Y sobre todo ¿quién lo castiga?.


Las sociedades “necesarias” pueden ser a veces, verdaderos genocidas, solo basta recordar a la santa inquisición y su “martillo de las brujas”, un manual detallado de como torturar y erradicar a toda bruja, hechicera o hereje; o bien podemos mirar más de cerca en el pasado y hacer memoria de los terribles eventos que acontecieron ewn Rwuanda, donde el grupo que tenía el poder político decidio eliminar al resto de la población.

Es cierto, nosotros somos capaces de adquirir autocontrol sobre nuestros cuerpos, nuestros pensamientos y nuestras acciones. El hombre es capaz de decidir si hace o no las cosas, siempre y cuando acepte su verdadera naturaleza.

También es verdad, que el medio ambiente influye como puede ser el vivir constantemente con inseguridad y violencia a nuestro alrededor puede volvernos agresivos; el alcohol y las drogas quizá pueden explicar los robos y asesinatos que lamentablemente padecemos en nuestra comunidad, la falta de educación, la pobreza e incluso la guerra en sí, pueden explicar algunos actos que se comenten a minorías como es el caso de unos marines canadienses que recientemente en áfrica torturaron, violaron y hasta se comieron a sus prisioneros africanos. El asesino serial, por otra parte, no se ajusta a ninguno de estos parámetros.

Cualquiera puede ser un asesino psicópata, es detestable pero es ineludiblemente cierto; no son solo esas personas aparentemente enfermas, no, tanto puede ser aquel que siempre te saluda amablemente con una sonrisa, o aquel que vive al otro lado de la calle, e incluso quien duerme a tu lado.

Es conveniente aclarar que, a lo que habitualmente llamamos Psicópata, puede desglosarse en dos clases principales: el asesino psicótico y el asesino psicópata o sociópata. El primero, cuando comete un asesinato es a causa de un estado de crisis, característica de su enfermedad, como puede ser paranoia, esquizofrenia, en si un estado de neurosis aguda provocando en él una visión totalmente distorsionada de la realidad, lo que causa que asesine, siendo víctima de sus alucinaciones u obsesiones; este por lo general cuando tiene un momento de lucidez, a veces se entrega voluntariamente o deja pistas para ser encontrado y arrestado. También puede al tener conocimiento claro de sus actos, sentir remordimiento, culpa, lo que en muchas ocasiones lo lleva al suicidio. Como es el caso de Gary Guilmore, que deseaba ser condenado a muerte. Este tipo de individuos, incluso en teoría, claro, puede llegar a rehabilitarse.

Sin embargo, el verdadero psicópata, es todo lo contrario, es un hombre que desconoce lo que significa moral o social, en términos como el bien y el mal. Dicho de otra manera, el bien que él conoce es el suyo propio, la satisfacción de sus deseos sin importarle nada, ni lo que tenga que hacer para lograrlo, y el mal, es cuando se ve truncado, frustrado, para lograr lo que quiere. No es capaz de sentir remordimientos de sus actos, no tiene escrúpulos, ni tampoco sufre crisis de ningún tipo. Por lo general son muy inteligentes e ingeniosos, además puede tener otros comportamientos criminales como extorsionar, estafar, robar, etc.

Mientras que el psicótico mata en medio de alucinaciones agudas, o quizá durante ataques epilépticos, el psicópata planea minuciosamente cada detalle, observa a su presa, y una de sus principales características es la capacidad de despojar a su víctima de las características humanas que le son propias. Es como un carnicero que lleva a la res al matadero. Es fetichista, y quizá hasta refinado (si no pregúntenle a Hannibal). En algunas ocasiones colecciona trofeos, tal es el caso de Ed Gein quien mato a dos mujeres de las cuales construyo muebles con sus huesos y se vestía con ropa confeccionada de piel humana. Es el más peligroso criminal, quizá porque el mismo en muchas ocasiones no se ve como un simple criminal, si no que se considera superior a los demás. El cree que tiene absoluta libertad de hacer lo que le plazca: matar. Es hábil y controlador.

La mayor parte de los asesinos seriales son hombres jóvenes, de una edad estimada entre los 20 y 30 años. Suelen ser de raza blanca (caucásicos), muy inteligentes y de aspecto agradable. La mayoría de ellos proceden de familias de clase media, con una infancia normal, aunque claro, algunos han padecido maltrato a manos de sus padres, abuso, etc.; como resultado, tienen una vida insatisfactoria.

Tienden a operar con una grandiosa conducta, una actitud pretenciosa, un apetito insaciable, y una tendencia hacia el sadismo. Su falta de temor es probablemente la característica prototípica. Es útil pensar en ellos como si fueran vehículos de alta velocidad con frenos defectuosos. Es por lo general superficialmente encantador y da muy seguido una impresión llamativa de poseer las cualidades humanas más nobles. Se hace de amigos fácilmente, y es muy manipulador, con su habilidad de palabras para salirse con la suya de cualquier apuro. A muchos psicópatas les encanta ser admirados y se regodean cuando los demás los adulan.
A pesar de que el psicópata tiene gustos y preferencias, y afición por los placeres que la compañía humana puede traer, los análisis demuestran que es totalmente egocéntrico, y que valora a los otros solamente porque aumentan su propio placer o mejoran su estatus. Mientras que él no brinda ningún amor verdadero, es absolutamente capaz de inspirar amor a veces hasta fanático en los demás. Tal es un claro ejemplo de esto, es el asesino Charles Manson que instigo a sus seguidoras a asesinar a una actriz llamada sharon tate y los que con ella estaban.
La misma falta de amor, hace que sean incapaces de sentir empatia; asi como tampoco sienten lastima por otros en situaciones desfavorables, ya sea que la haya lastimado o no.
Ellos codician el poder, las posesiones, al igual que les gusta usurpar, estafar ya que para ellos les produce un dulce placer hacer estas cosas me diante la extorsión que obteniendolo mediante un trabajo honesto.
La mímica es a menudo utilizada para convencer a los otros de que el psicópata es un ser humano normal. Él hace esto para crear una falsa empatía con su víctima. El psicópata intentará hacerle creer a Usted que tiene emociones normales, contando alguna historia triste o profesando experiencias profundas, conmovedoras; la verdad es que la mayoría de los psicópatas pasan por la vida como en una incubadora, emocionados por poca gente y sin sentir ninguna verdadera compasión hacia los demás; pero mentirán para convencerlo de que poseen emociones normales.
El factor de la compasión es una razón por la cual las víctimas se enamoran a menudo de esta "pobre” gente.
La mentira para el psicópata es como la respiración. Cuando los atrapan en alguna mentira y que son desafiados, inventan nuevas mentiras, y no les importa ser descubiertos. Como Hare plantea:"La mentira, el engaño, y la manipulación son talentos naturales en los psicópatas... cuando son pillados en alguna mentira o desafiados con la verdad, rara vez quedan perplejos o desconcertados – simplemente cambian sus historias o procuran remoldar los hechos de modo que parezcan constantes con respecto a la mentira. El resultado es una serie de declaraciones contradictorias y un oyente profundamente confundido."
Es por eso que son conocidos como expertos manipuladores. Suelen comportarse de tal forma que confunden y reprimen a sus victimas. Ya que la maipulación es su conquista y la mentira la forma de alcanzarla.
Lo más asombroso, sin embargo, es su memoria selectiva; que algunos poseen. Puede que un psicópata no recuerde las promesas que le hizo ayer a usted, pero recordará algo del pasado si satisface de alguna manera sus propósitos. Frecuentemente hacen esto siempre que se les confronta o agarra en una mentira.
La mayoría de los psicópatas son muy arrogantes y engreídos. Sin embargo, cuando tratan de encantar a una víctima potencial, dicen las cosas "correctas" en el momento debido y le hacen creer que son almas buenas y generosas; no siempre, pero a menudo. La verdad es que los psicópatas no son altruistas y realmente no les importan las amistades ni los lazos.
Son seductores, amantes del engaño, hacen de la maipulación un arte.
Hay quienes creen que sus actos son como una mision divina que se les ha encomendado, e incluso hay quienes creen que le hacen un favor a la humanidad (¿dexter que haríamos sin ti?).
A lo largo de la historia hemos visto como algunos de ellos colocados en la cumbre de la riqueza y el poder han usado bien su status, para explotar y saciar su cruel “humor”, contribuyendo aun mas a alimentar su locura, como encontramos en la enigmatica y cruel Condesa Erzsébet Báthory, perteneciente a la nobleza hungara, dedico la mayor parte de sus ocios a torturar lentamente y asesinar a jovenes mujeres que atraía con engaños de las vastas regiones de la región, con el proposito de beber, comer e incluso bañarse con la sangre de estas, pues creia que la sangre de mujeres virgenes la rejuvenecia.
Asi , personas en la pocisión “adecuada”, consiguieron hacer sus fechorias, sin si quiera ser amonestados por ello, librandose impunemente por su “nobleza” a la que pertenecían.
O porque no hablar de Henry Lee Lucas, que es el prototipo perfecto del psicopata sádico; proveniente de un hogar desequilibrado, Henry, inicio sus crimenes empezando con su madre a la cual degollo; empezo a vagar por america asesinando en el transcurso del mismo, hasta que llego a miami, donde conocio a Ottis Toole, que era un homosexual, piromano, canibal, asesino y ligeramente retrasado, que se volvio su inseparable amigo y amante.
Prácticamnte formaron la “pareja perfecta”, pues aunque Henry no era muy fuerte fisicamente, era muy inteligente, lo que lo volvia en un negativo de Ottis el cual a pesar de su fuerza física padecia un leve retraso mental y miraba a Henry como una especie de iluminado.
Lee gustaba de violar y asesinar a mujeres con un cuchillo, mientras que Ottis mataba hombres con su arma favorita de un tiro certero, pues odiaba los cuchillos.
Al paso del tiempo, siguieron asesinando sin ser detenidos, debido a que nunca mataban dos veces en el mismo lugar, además se desacian de los cuerpos al cortarlos en partes y esparcir sus restos a lo largo de sus viajes. Haciendo asi mas dificil dar con el paradero de las víctimas.
Con esto comprobamos, que no solo los ricos sean los unicos “enfermos”, los hay en todas las clases, razas, e incluso edades, por mas dificil que sea de creer tambien los hay demasiado jovenes, como es la niña Mary Bell, que a los once años de edad asesino a dos niños aproximadamente de tres años, estrangulandolos; y sin ningun remordiemiento declaro: “Puse mis manos alrededor de su cuello y lo apreté muy fuerte, el trató de defenderse, pero yo tenía más fuerza que él, lo solté hasta que vi que ya no se movía, lo disfrute".
Todos hemos visto esas películas en las que un asesino planea metódicamente como asesinar a su siguiente víctima, con que precisión traza sus planes y como escapa a la justicia. Pero pocos nos detenemos a pensar que hace nuestro vecino, cuando estamos tan comodos y seguros en nuestros hogares difrutando de una “ buena pelicula”, tal vez en ese preciso instante, es el quién prepara su arma favorita, quien sabe, tal vez pule su cuchillo o desenpolva una cuerda o solo llena su bañera con acido, mientras imagina como nos veremos mientras se deleita torturando nuestros cuerpos y lentamente se nos escapa el ultimo aliento, proporcionandole asi, un placer infinito, del cual se place en solo imaginarlo.

No siempre la historia corre en el mismo sentido, no siempre es aquel hombre respetable que poco a poco se convierte en un monstruo o un rechazado de la sociedad, a veces en contadas ocaciones es ese monstruo que se vuelve una parte entre las sombras de la sociedad, alguien, a quién todos respetan y hasta piden ayuda, es el caso del extrangulador de tacubaya quien tras ser aprendido por el asesinato de mínimo cuatro mujeres, dedico su tiempo a estudiar leyes, e incluso, obtuvo un título; y cuando salio por buena conducta, todos los presentes en la camara de diputados le ovacionaron de pie, por ser la prueba de que el sistema penal rendía frutos.

Asi que sera mejor poner un poco mas de atencion, pues no sabemos que esconde ese extraño tan amable que nos topamos en la calle, o aquella persona que nos cede su asiento en el autobus, y muy probablemente nos llevemos una sopresa de aquel que sonrie tan apacible siempre que doblamos la esquina.

1 comentario:

  1. "aunque creo que Dante Alighieri lo describe mejor en la siguiente frase: “oh escuelas pendencieras que indagáis que fuego consumirá a este mundo, no tuvisteís ninguna la certeza de pensar que es esta fiebre que las consume”.... "

    FALSO! la nota que escribió Lecter para Crawford no es de Dante Alighieri... es un fragmento del poema La fiebre de John donne...

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